Hoy en día, todas las actividades de la economía moderna dependen del uso de combustibles fósiles en su mayor parte para la generación de energía; sobre todo del petróleo, el cual en los últimos años ha tenido un aumento en su precio de venta, esto da principio a una crisis energética, provocando una disminución de la disponibilidad de petróleo y otros recursos naturales. La crisis a menudo repercute en el resto de la economía, provocando una recesión en alguna forma. En particular, los costos de producción de electricidad crecen, lo que eleva los costos de las manufacturas. Para el consumidor, el precio de la gasolina (derivado del petróleo) para automoción aumenta, lo que lleva una reducción de sus gastos y a una menor confianza para producir bienes y consumir servicios

La destilación es una de las operaciones unitarias más ampliamente utilizadas para la separación de mezclas líquidas homogéneas. Una de sus principales características es el alto consumo de energía para llevar a cabo la separación. Este aspecto ha motivado la búsqueda de nuevos esquemas de destilación capaces de reducir los costos de construcción y, a su vez, reducir los costos de operación; teniendo así ahorros considerables de energía con respecto a los arreglos convencionales de trenes de destilación. Dado que la investigación en este rubro es un proceso continuo, la evolución de ésta va dirigida a encontrar esquemas más eficientes.

El diseño de procesos forma parte medular de la formación de los ingenieros químicos, y es el reflejo de los resultados de esfuerzos científicos. Estos esfuerzos son soportados por equipos de cómputo, en especial simuladores, cada vez más poderosos que permiten sentar las bases para llevar a un nivel industrial la producción de bienes útiles para el consumidor; por ello los ingenieros químicos deben integrar los conocimientos de varias disciplinas tales como las matemáticas, termodinámica, diseño de procesos, etc., ya que éstas proporcionan una visión global del campo de la ingeniería química